Calzado de seguridad: mucho más que una puntera de protección

Habitualmente, los usuarios, compradores y hasta profesionales de la seguridad, asimilan un calzado de seguridad a un par de zapatos con punteras de protección.

Este error, muchas veces lleva a que los trabajadores sufran accidente y enfermedades profesionales que resultan costosas desde el punto de vista humano y económico

Tomando como información de referencia estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los accidentes por resbalamientos y tropiezos son las causas más habituales de accidentes de trabajo, superando los ocurridos en miembros inferiores por impactos o compresión.

Un tercio de los accidentes que sufre un trabajador están vinculados con el resbalamiento, agravado en los casos de trabajo en altura o en la operación de maquinarias.

Dentro de las 10 acciones preventivas recomendadas al momento de la adquisición de  los elementos de protección personal se encuentra la adecuada elección del calzado.

Lo primero que se debe tomar en cuenta es que el mismo se encuentre debidamente certificado bajo la norma IRAM 3610, si bien esta norma contempla una serie de requisitos obligatorios inexplicablemente omite el requisito de resistencia al deslizamiento, dejando este requisito fundamental como voluntario.

Consideramos fundamental que al momento de la elección del calzado de seguridad, el profesional recomiende adquirir un calzado que cuente con la adecuada resistencia al deslizamiento y que la misma se ajuste al ambiente de trabajo en el que desarrolla su tarea el operario.

Existen tres tipos de resistencias al deslizamiento:

• SRA – Resistencia al deslizamiento sobre baldosa cerámica con lauril sulfato sódico.

• SRB – Resistencia al deslizamiento sobre acero con glicerina. 

• SRC = SRA + SRB

Considerando los antecedentes mencionados y sumando el carácter obligatorio de las normas europeas EN ISO 20344/45, base de la actual norma IRAM 3610,  respecto del requisito de resistencia al deslizamiento,  Security Supply S.A. decidió certificar este requisito para toda su línea de productos calzados KAMET, elevando los estándares de protección exigidos obligatoriamente por la normativa vigente.